martes, 28 de agosto de 2012

Querer o sin.



Que estoy aquí esperándote, ven y siéntate a mi lado, vamos a contárnoslo todo, hasta que ya no quede nada, absolutamente NADA de qué hablar. Vamos a mirarnos, a abrazarnos, lentamente nos acercamos y empezamos, hasta desgastarnos los labios. Pero no hay prisa, no hace falta que paremos, si no quieres. Y si no te gusta dónde estamos, vámonos a un callejón, donde nadie pueda vernos, donde podamos hablar más tranquilamente y dímelo bajito, que me quieres, dímelo bajito o dímelo gritando a los cuatro vientos, mientras venga de ti, me lo creeré de todas las maneras posibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario